Aunque estudiar en el extranjero es maravilloso, no todo es color de rosa y pueden pasar accidentes, aquí te platico como me rompí la nariz durante mi intercambio, como lo resolví y la importancia de tener un buen seguro médico.

A lo largo de mi intercambio en Barcelona, tuve varios problemas de salud, lo cual es poco común, pero ni eso arruinó mi experiencia, y sigo pensando que esos 7 meses en el extranjero han sido de las mejores cosas que me han pasado en la vida, que obtuve muchos aprendizajes y que puse a prueba mi fortaleza física y mental.

Me pasó un poco de todo, las primeras semanas me enfermé del estómago, más adelante me dio tos, en otra ocasión me intoxiqué y me dieron diversos tipos de infecciones, pero sin duda alguna lo más fuerte fue cuando me rompí la nariz.

Vivir un intercambio no es tan sencillo, ya que en muchas ocasiones es la primera vez que se viaja sin la familia, que se vive solo o incluso para algunos es la primera vez que salen del país o toman un avión, así que enfermarse es todo un shock, pero lo más importante es la actitud, eso hace la diferencia en este tipo de experiencias.

Además de la actitud, es de vital importancia tener un seguro médico 24 horas que te cubra desde un pequeño raspón hasta cosas más graves, es por eso que la mayoría de las embajadas piden que los seguros incluyan hasta repatriación de restos.

Yo contraté el seguro médico de Mundo Joven y la verdad es que a pesar de tener sus defectos lo recomiendo ampliamente, porque cada vez que lo necesité me resolvieron.

La historia del accidente

Sucedió en el Carnaval de Venecia, me fui de fin de semana con amigos y el chico que me gustaba en ese entonces, todo iba muy bien hasta que decidimos ir al Cafe Florian, una de las cafeterías más antiguas, elegantes y famosas de la región, donde al bajar las escaleras del baño me pisé las agujetas y salí volando.

Cuando por fin toqué el piso perdí parcialmente el conocimiento y lo único que recuerdo es que me dolían mucho los dientes, que todos los meseros y clientes me estaban viendo y que mi mejor amiga me estaba gritando esperando que recobrara la conciencia.

Cuando me levanté con la ayuda de mis amigos me dio una contusión y vomité la elegantísima alfombra del lugar, todos estaban muy preocupados, me ayudaron a limpiarme me dieron un café y después me regresé al hotel, durante el camino vomité otras 3 veces, una de esas en el canal, pero aunque parezca extraño ya no sentía tanto dolor, solo me sentía adormecida.

Recuerdo que mis amigos me veían con cara de terror y que se secreteaban, ahora se que lo que decían era que mi nariz se veía terriblemente mal y que parecía rota; cuando por fin me vi al espejo recuerdo que les dije : “prométanme que no voy a quedar fea “, y me lo prometieron un millón de veces.

Mi reacción posterior fue extraña, pero me ayudó mucho a recuperarme pronto, recuerdo que me tomé las cosas con humor y que hacía muchas bromas de mi aspecto y de la situación, porque ¿Quién se rompe la nariz mientras está intentando ligarse a su crush?, parecía una comedia de mal gusto.

A pesar de todo no quise darle mucha importancia al accidente y decidí no ir al doctor, pensé que al otro día amanecería menos inflamada pero no fue así

Visita al doctor

Al día siguiente todavía me di el lujo de ver el vuelo del ángel porque no quería arruinar mis vacaciones, pero todos se me quedaban viendo, hasta que una chica se me acercó y me dijo que era importante que buscara atención porque ella se había roto la nariz hace un año y que la mía lucía exactamente igual, en ese momento decidí ir al hospital.

Llamé al seguro y me asignaron el hospital más cercano “Ospedale SS Giovanni e Paolo”, que es uno de los mejores de la zona y la verdad es que bastante bonito, creo que como turista vale la pena visitarlo, aunque yo lo conocí más a fuerza que de ganas.

Estuve mucho tiempo en urgencias esperando a que me dieran turno, pero mi mejor amiga nunca me dejó. Después de un rato me atendieron, pero los doctores no hablan inglés, así que tuvimos que usar el traductor todo el tiempo.

Lo único que esperaba era que me dijeran que la nariz no estaba rota y que que simplemente estaba inflamada, pero después de radiografías, tomografías y mil pruebas que indicaran que no había daño cerebral me dijeron que por suerte no había problemas en el cerebro pero que lamentablemente mi nariz estaba rota y desviada a la derecha, en ese momento pensé que mi sueño de intercambio había terminado y que me tendría que regresar a México.

De regreso a Barcelona fui al hospital de Mataró a que me dieran seguimiento, ahí fueron tan amables que ni siquiera me pidieron el seguro, solo querían apoyarme, me hicieron más estudios y me dijeron que al día siguiente entraría a quirófano, me asusté pero le vi el lado positivo “quizá mi nariz quedaría más linda”, pero cuando el otorrino me vio intentó enderezarme la nariz en el consultorio, lo cual no funcionó porque ya había soldado y al final me dijo que no requería operación, que podía esperarme a que terminara el intercambio y hacerlo en México, que mi salud no se vería afectada.

Con puro ibuprofeno y hielo me fui curando y a las dos semanas estaba como nueva, incluso me fui al Carnaval de Sitges, pero esta experiencia me dejo muchos aprendizajes:

• Todo pasa por algo, y esta fue una prueba de fortaleza física y mental porque accidentarte lejos de casa reta tu madurez y capacidad de reacción ante el caos.
• Mi mejor amiga es increíble y la quiero el resto de mi vida a mi lado.
• El seguro médico de Mundo Joven es una maravilla, sin él, las puras radiografías hubieran sido impagables.
• La atención médica en Italia no es la mejor, me costó mucho comunicarme por la barrera de idioma y me tuvieron en espera largas horas, sin embargo estoy muy agradecida porque el día que fui no había un encargado en el área de resultados médicos e hicieron una excepción para entregarme todas mis radiografías.
• La atención médica en España es maravillosa, me atendieron rápido, no me pidieron papeles ni seguro hasta ver que estuve bien, me realizaron muchísimos estudios y no me cobraron ni un peso, además de que los médicos estaban super capacitados y fueron muy amables.
• La actitud lo es todo, si me hubiera deprimido probablemente todo hubiera salido mal, lo tome con humor, me reí de mi misma y sané muy rápido.
• A veces quien menos te imaginas te da todo su apoyo. Tenía apenas dos meses de estar de intercambio y todos los amigos que hice allá me cuidaron, apoyaron y consintieron, incluso los maestros de mi universidad (TecnoCampus) fueron muy considerados con la situación.

Así que si estás de intercambio, te accidentas o te enfermas, piensa que todo pasa por algo, búscale el lado positivo y tómalo como un aprendizaje y un reto que te hace mejor.